Esto incluye el darnos cuenta que las personas solemos cambiar y que muchas veces no extrañamos a una persona, si no lo que vivimos con ella y lo que nos hacían sentir. Darnos cuenta que tal vez hay ciclos que cerrar para empezar algunos nuevos. Lo importante es no tener miedo a arriesgar y equivocarnos una y mil veces más, porque cada nuevo tropiezo es un nuevo aprendizaje.
Federico Moccia tiene una frase muy linda que dice así :" Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos,ya no tengo sombras, no tengo pecado,no tengo pasado.Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar. Y de ser feliz"
Todos nosotros tenemos un pasado, sombras que nos atan. hasta tal vez algún tipo de cruz que cargamos. Pero el que llevemos esa carga no significa que siempre deba estar ahí. Aprender a perdonarnos, soltar y darle la bienvenida a nuevas oportunidades también forma parte de la vida y creo que allí radica nuestras ganas y motivación por seguir adelante. Es el desprenderse cargando sólo nuestro aprendizaje, caminar con la luz en el pecho sabiendo que puedes equivocarte otra vez, pero también sabiendo que ya no será como antes, porque ya aprendiste a corregir tus pasos y ahora te sabes mejor el camino. Arriesgar, por que tal vez si te caíste te golpeaste tan duro que de alguna manera tu inconsciente no te lo va a volver a permitir. Pero soltando, dejando ir y teniendo nuevamente el coraje y las ganas de ser feliz es la única manera que vas a permitirte que eso pase.¿Has pensado que pasaría si te animas a arriesgar? ¿Hacer cosas que no has hecho antes?
De esta vida nadie sale con las manos llenas. ¿Así que por qué no mejor arriesgarnos a vivir con la intensidad de que cada día sea el último? Permitámonos ser quien realmente querramos ser, dejemos el roche, el que dirán, disfrutemos, matemonos de risa, bailemos, gritemos, lloremos,
¡¡No nos conformemos!!
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